lunes, 27 de mayo de 2013

Otras dos de la Gaceta de la UNAM

Y son:
  1. Con el número del 23 de mayo me enteré que un libro de Naboru Takeuchi que lleva por título "Nanotecnología" ha sido traducido al mixteco por Felícitas Julita López y Eleuterio Suárez. En mixteco no existe un término directo para este concepto, y se usa la construcción "Tatanunio Kixiva’a Ndachuun" para transmitir la idea. Si se sigue de este modo, pronto surgirán los neologismos necesarios para decirlo todo de manera natural, todo es cuestión de paciencia. ¡Maravilloso! Espero pronto la "SOMATO" pueda publicar algo en mixteco sobre Matemática.
  2. En el ejemplar del día de hoy, se lee el interesante punto de vista de Eloy Vázquez Hipólito (hermano de mi buen amigo y colega Virgilio) sobre la tradición en Yukukimi de Ocampo de ir al Ve'e Djau ("Casa de la Lluvia" en el mixteco de por allá) para comunicarse con el Dios de la Lluvia, o Djau. No he estado físicamente Yukukimi, pero siento que lo conozco por lo mucho que platicamos sobre el pueblo Virgilio y yo; por eso me quedo con este elocuente discurso de Eloy:
    El mundo avanza a un ritmo acelerado y cada día perdemos más legados ancestrales como éste; pero quizá, si tomamos las acciones adecuadas y si todos nos unimos para ello, dentro de no mucho el dios de la lluvia regresará a Yucuquimi, y querrá hablar con nosotros.

lunes, 6 de mayo de 2013

Dos de la Gaceta de la UNAM

Helas aquí:
  1. Tiene rato (salió en el ejemplar del 29 de abril de este año), pero es harto iluminador, contundente y hasta redundante el apunte que da de la Conquista el historiador Federico Navarrete Linares:
    El ejército que destruyó Tenochtitlan y tomó preso a Cuauhtémoc era minoritariamente español –apenas contaba con mil guerreros europeos y africanos–; la mayoría estaba formado por decenas de miles de indígenas de Tlaxcala, Chalco, Texcoco, Matlatzinco y otros pueblos[,] [...] el 13 de agosto de 1521 los únicos indígenas derrotados fueron los mexicas huastecos, no sus vecinos, que arrasaron la ciudad a lado de los españoles. Este suceso tampoco significó perder para los pueblos de otras regiones de México, tanto del sur como del norte, que no fueron sometidos sino hasta siglos después, y algunos nunca lo han sido realmente.
    ¡Bravo! Eso no quita que la invasión española subsecuente hubiese sido un cataclismo de abominables dimensiones, pero nos acerca un poco más a la verdad, si es que hay una verdad y si es que uno puede acercarse a ella. Recomiendo la nota completa a quien le interesen las brillantes opiniones del Dr. Navarrete Linares.
  2. Con el número de hoy, me entero que la "Beca L'Oréal-Unesco-Academia Mexicana de Ciencias, en el área de las Ciencias Exactas" del 2012 fue para la doctora Isabel Hubard Escalera, cuya especialidad es la matemática. La nota por lo menos dice que su directora de tesis fue Asia Ivić Weiss (y afortunadamente esto también se corrobora en el Mathematics Genealogy Project) y detalla que la distinción fue por causa de su trabajo en "Álgebra, combinatoria y geometría de los politopos abstractos de dos órbitas". La página de la Dra. Hubard Escalera en el el Instituto de Matemática(s) de la UNAM da información concisa sobre su obra. Reproduce la Gaceta algunas de sus palabras también:
    [...] [C]onsideró que por tratarse de un proyecto de investigación básica quizá a la larga, como sucedió con los grupos de los sólidos platónicos, los resultados podrían tener algunas aplicaciones. "Sin embargo, las matemáticas, como la ciencia en general, no necesariamente tienen aplicaciones inmediatas; las indagaciones de gran parte de los profesionales en este ámbito no se basan en ellas, sino en su belleza, es por el gusto de hacerlo, por colaborar en la construcción del conocimiento", reconoció.
    ¡Vientos! Sólo me queda una duda: ¿qué aplicaciones tienen los sólidos platónicos? Con aplicaciones me refiero, específicamente, a aquéllas que puedan ser apreciadas por el público en general. Hasta donde sé, las únicas son como juguetes (lo cual me parece deleitoso). ¿Conoce el lector alguna otra? Sería magnífico que la compartiera en los comentarios.

jueves, 2 de mayo de 2013

Kenneth Appel (1932-2013)

Murió Kenneth Appel, a los 80 años de edad, el pasado 19 de abril. La verdad no pensé que ya hubiera acumulado 8 décadas el señor.

Realmente tampoco era consciente de que la demostración del teorema de los cuatro colores de él y Wolfgang Haken ya tuviese más de 30 años de antigüedad. Considerando que todavía la mayor parte de las demostraciones usuales de la matemática no son computarizadas, suponía que era mucho más reciente.

Zeilberger tiene mucha razón al considerar que debemos utilizar a la computadora como una extensión del cerebro, para buscar relaciones verdaderamente no triviales entre las estructuras. Si se puede, dejarlas probar rigurosamente todo... Eso me hace desear abandonar la Matemática, por la misma razón por la que no me interesa el ajedrez. Pero guardo la esperanza de que incluso si el silicio domina lo trivial, todavía quedará suficiente para que las células vean aun más allá. Quién sabe.

Yendo un poco más profundo (tanto como me lo permiten mis magros conocimientos), consideremos lo siguiente: ¿realmente es deseable que una computadora determine los grupos de homotopía de las esferas de dimensión arbitraria (por citar un ejemplo, tal vez muy malo)? Si entiendo bien la filosofía de todas esas chucherías algebro-topológicas, lo que subyace es distinguir entre un espacio y el otro de modos progresivamente más sutiles. Pero, si las computadoras pudieran dominar la topología, ¿llegarían también a los grupos de homotopía? ¿Qué tal si hay algo más simple y eficiente para distinguir espacios? Y, más aún, ¿qué tal si es algo que solamente es asequible para las computadoras? En el caso de la demostración de Appel y Haken, por ejemplo, no parece que el examen completo de los cientos de configuraciones que confirman el teorema esté verdaderamente al alcance de un ser humano ordinario.

Por poner otro ejemplo más cercano a mí, en mi tesis doctoral usé la computadora para buscar estructuras que satisficieran ciertas conjeturas de mi director de tesis. Resultó que tales estructuras existieron siempre y son razonablemente simples, lo que permitió demostrar lo que se necesitaba. ¿Podría, con la suficiente sagacidad el día de hoy o con el suficiente poder en el futuro, desarrollar toda la teoría la computadora sola? Zeilberger dice que sí, y me asusta la perspectiva; pero por otro lado me emociona, pues podría preguntarle muchas otras cosas que se me ocurren y que hasta hoy no he podido demostrar.